Consecuencias de convivir con una persona tóxica

¿Qué consecuencias trae vivir con una familia tóxica?

Si vives con una familia tóxica, sabes perfectamente los problemas que acarrean vivir con ellos diariamente, ¿verdad? Aun así, puede que no te hayas dado cuenta de que ocasionan más problemas de los que te imaginas.

Las consecuencias que suelen sobrevenir son estas: 

·         Inseguridad: Cuando esa persona de tu propia familia (o amigo, vecino, etc.), aquella que se supone que tiene que apoyarte, valorarte y quererte, no hace más que humillarte e insultarte… empiezas a pensar que a lo mejor te lo mereces, que habrás hecho algo para que no te quieran. “Porque, ¡jolines!, es que no tiene sentido que solo me traten a mí de esa manera si yo no les he hecho nada y, ¿qué diablos?, soy su hijo / amigo / primo / hermano / madre-padre / esposa-marido…”  Con los años, adquieres una enorme inseguridad en ti mismo/a originada precisamente por el pensamiento de que, tal vez, te lo merecías.

Te doy un consejo: Da igual que sea tu familia, tu vecino o tu mejor amigo. Debes saber que eres único, y que la única persona que va a estar contigo hasta que te mueras eres tú. Confía en ti mismo. Porque, si has llegado hasta aquí, eres más fuerte de lo que piensas.

·         Baja autoestima: “Resulta que las personas que se supone que más tendrían que quererme… me insultan, me humillan, siempre tienen algo que criticarme, y un sinfín de cosas más. Entonces… ¿es que no merezco que me quieran? ¿Tengo algún defecto? Algo debo tener para que me hagan esto. ¿O no? ¿Me equivoco?” 

Te doy otro consejo: ¿Sabes qué? Eres estupendo, eres único y eres muy especial. Así que sonríe, levántate y no dejes que NUNCA más te hagan sentir que no vales nada. Porque vales MUCHO más que ellos. Mucho más que cualquier persona que se atreva a menospreciarte.

·        Complejos: Por supuesto, está directamente relacionado con los complejos. Es lógico, ¿no?: “Para las personas que más deberían de quererme, no hago nada bien. Y… ¡encima me insultan!” Ya sea por el físico o por tu forma de pensar o actuar. ¡Te humillan mil veces! "Entonces… ¿tampoco soy bueno en eso? ¿Debería de cambiar para que me quisiesen?"

Acepta otro consejo más: Solo puedo decirte que nadie puede juzgarte por ser quien eres o por ser como eres. Absolutamente NADIE. No dejes que nadie te haga sentir menos de lo que eres en realidad. Porque, aprende algo:

“Eres más grande de lo que creen. Incluso de lo que TÚ mismo crees”.

·        Sentirse inútil: “No sabes hacer nada”. “¡Eres un inútil!” “¿Para qué haces nada? Ya la has cagado otra vez…”.  ¿Os suena? Si están todo el día martilleándoos con la misma cantinela, al final os la acabáis creyendo.

Nuevo consejo: ¡Nada más lejos de la realidad! Las personas tóxicas necesitan ver que te tienen dominado para asegurarse de que no vas a replicar. Les encanta que todos le den la razón, ¡incluso que se la des tú mismo! Por eso, intentan volverte un completo inútil aunque tú no lo seas. ¡No dejes que se salgan con la suya!

·        No tener ganas de hacer NADA: ”Joder… ¿para qué voy a hacer nada? Si hago algo, está fatal. Si no hago algo, muchísimo peor. Entonces… ¿para qué? Se me quitan las ganas de demostrar continuamente las cosas…” ¿Os suena esto también?

Otro consejo más: Ya han conseguido que creas que eres un inútil y que seas inseguro. ¿Vas a dejar que encima que te quiten las ganas de hacer cosas? No tienes nada que demostrar, y mucho menos a las personas tóxicas. Usa tu iniciativa, no dejes que la destruyan también…

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           Humillarse: “Es mi familia / amigo / vecino / pareja... Sé que, aunque me traten así, me tienen que querer. Joder, llevan mi sangre (es mi mejor amigo - soy su pareja ...). Por muy mal que me traten… algo se les tiene que mover dentro, algo les tengo que importar…. ¿no?” Así que… cada vez que tienes oportunidad, te humillas haciendo cosas por ellos para que te traten bien, para que no te insulten, para que te dejen en paz. Sé que a esta persona le gusta el café, voy a hacerle uno cada vez que pueda. Sé que a esta persona no le gusta que llegue tarde a casa (aunque tenga 22 años), así que me voy a recoger a las 8 para que no se enfade conmigo. Y un largo etcétera…

Mi último consejo: Después de todo lo que te hacen sufrir, de todo lo que han originado en tu interior… ¿te merece la pena humillarte para conseguir un poquito de afecto o unas falsas palabras como “gracias”? Que, por cierto, ni siquiera las dicen de corazón… y tú lo sabes. Por favor… ya no por dignidad, sino por ti mismo. Sé que es MUY DURO aceptar que esas personas te haga tanto daño. Pero por favor, un poco de cordura. No te arrastres por las personas que te hacen la vida imposible día a día. No lo hagas por mí, hazlo POR TI.

KELSEY